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Mares en números rojos: Estamos agotando la despensa marina
© WWF

Océanos: Pesca sostenible

El pescado es un alimento esencial para la humanidad, sin embargo, cómo y dónde se captura son la clave para su futuro. Según datos de la FAO (la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), el 31% de las poblaciones pesqueras mundiales están sobreexplotadas y un 58% de las poblaciones mundiales están plenamente explotadas, es decir, se pueden serguir explotando al nivel actual o menor, nunca mayor. En el Mediterráneo el dato es aún peor: más del 90% de las poblaciones de peces evaluadas en este mar están sobreexplotadas. 

De todo lo que se pesca, un 40% de las capturas mundiales son no deseadas. La pesca de arrastre es en gran medida culpable de esta cifra, que además puede destruir los fondos marinos. En la fotogafía podemos ver la enorme cantidad de pescado que se descarta una vez capturado. 

El trabajo y el modo de vida de 800 millones de personas en todo el planeta dependen de la salud del mar. Del informe "LIVING BLUE PLANET" de WWF se desprenden preocupantes datos: las especies esenciales para la pesca comercial, y por tanto para el suministro de alimentos, están disminuyendo de forma dramática. Hemos perdido el 74% de la familia de peces para consumo que incluye atunes, caballas y bonitos.

España es una gran potencia en pesca

España tiene una gran responsabilidad como proveedor, ya que nuestra flota pesquera es una de las más grandes del mundo. Somos un gran comercializador y procesador de pescado y también consumidor. España es uno de los mayores demandantes de pescado y marisco del mundo. 

Consumimos mucho más de lo que nuestros mares son capaces de producir. Este “déficit” se traduce en que nuestro país necesita, además de los recursos pesqueros propios, hacer importaciones de terceros países, en la mayoría de los casos, en vías de desarrollo. 

Afortunadamente, a pesar de estas cifras, hay esperanza si empezamos a hacer las cosas bien, dando al mar el espacio y tiempo que necesita para recuperarse. Por ejemplo, haciendo bien las cosas, hemos consegido que el Océano Atlántico se hayan recuperado muchas pesquerías en los últimos años. 

La Política Común de Pesca: 

Tras la reforma de 2013, la UE dispone de una poderosa legislación a la hora de asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la pesca europea e internacional. Establece objetivos y calendarios claros para alcanzar un buen estado en los caladeros europeos, minimizar los descartes o su integración ambiental. La nueva normativa consagra también la participación, la transparencia y la rendición de cuentas en una actividad tan dada a la opacidad y el incumplimiento. El reto es aplicarla adecuadamente y para ello encontramos numerosos problemas y retos que debemos solventar entre todos. Sólo así, aseguraremos una pesca sostenible, que no dañe los ecosistemas ni especies amenazadas, que garantice el futuro de los pescadores y mariscadores, que provea de un pescado de calidad y trazable y, en definitiva, hablamos del futuro de nuestros mares, recursos y comunidades que viven de él. 

Nuestro trabajo en pesca sostenible

Dada la gran dimensión de la pesca española, nuestro trabajo desde WWF España con la flota española tiene un gran impacto a escala global.

Herramientas y certificaciones:

Como organización mundial, impulsamos herramientas que a largo plazo nos ayudarán a recuperar la salud de mares y océanos. En este viaje hacia la sostenibilidad, WWF acompaña e impulsa a las flotas pesqueras y pesquerias hacia la certificación MSC (el sello con mayor reconocimiento en pesca sostenible). 

Como el camino hasta el sello MSC es largo, se ha creado una herramienta que permite planificar y avanzar hacia su sostenibilidad, creando un marco para medir está evolución, los FIP (Fishery Improvement Project o proyecto de mejora pesquera). 

Marcos de gestión participativa y con base científica:

La sostenibilidad de las pesquerías conlleva marcos de gestión a largo plazo adecuados (internacionales, nacionales y locales), con objetivos de conservación del recurso que tengan en cuenta los límites biológicos de los ecosistemas marinos y que minimicen el impacto sobre otras especies y hábitats marinos.

Así mismo, requiere disponer de una gestión adaptativa, basada en resultados y en la mejor información científica, un seguimiento científico de la situación de las poblaciones de peces y los ecosistemas marinos esenciales, un control de la actividad, etc.

Además es imprescindible una participación activa y responsable del sector pesquero junto al resto de actores interesados (científicos, sociedad civil, gestores, compradores, etc) en la en busca de soluciones conjuntas que satisfagan a todos y, sobre todo, que sean buenas para el mar. 

Proyectos WWF para el impulso de la pesca sostenible
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