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WWF difunde recomendaciones para proteger los ecosistemas fluviales y reducir el riesgo de inundaciones

WWF, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, difunde recomendaciones para mejorar la gestión de los ecosistemas fluviales y sus bosques de ribera, algo clave para reducir el riesgo de inundaciones. Con este documento, concluye un ambicioso proyecto pionero desarrollado para trabajar por la conservación del río Riaza y sus riberas en las Hoces del río Riaza, en Segovia, y que pretende servir como modelo y referencia para otros ecosistemas fluviales. Esta zona incluye el Refugio de rapaces de Montejo de la Vega, que WWF gestiona desde hace 40 años y forma parte de la red de espacios protegidos de Castilla y León y de la Red Natura 2000. 
 
El documento ‘Recomendaciones y buenas prácticas de gestión en espacios fluviales’  que se presenta hoy se ha elaborado en el marco del proyecto ‘Modelo de custodia fluvial para la mejora del entorno del Riaza’, que WWF ha puesto en marcha en las Hoces del Riaza, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y cuyas acciones pretenden servir como modelo y referencia para otros ecosistemas fluviales.
 
Este texto ofrece recomendaciones fundamentales para conservar los ríos en un momento clave, la recta final del proceso de planificación hidrológica para el próximo periodo, que está teniendo lugar en 2015. También incluye recomendaciones de gestión para los espacios fluviales, y pretende recordar a los gestores  la importancia que tienen los ríos en la conectividad ecológica del territorio, como elementos esenciales de la infraestructura verde, que conecta espacios naturales, y como verdaderos corredores de cientos de especies de flora y fauna que forman parte de nuestra biodiversidad.
 
Asimismo, destaca la necesidad de restaurar estos ecosistemas, para devolverles su espacio perdido y su funcionamiento natural, teniendo en cuenta aspectos clave como la continuidad en todas sus vertientes (longitudinal, transversal y vertical) o la recuperación de un régimen de caudales más ecológicos, para que puedan seguir funcionando como verdaderas arterias de vida y para que puedan continuar aportando multitud de bienes y servicios que benefician al ser humano. De este modo, también se logran evitar las inundaciones consecuencia de una mala gestión del espacio del río, como ha ocurrido recientemente con el Ebro.
 
De la teoría a la práctica: poniendo en marcha el modelo sobre el terreno


WWF ha elegido un tramo de río para trabajar sobre el terreno y empezar a aplicar las buenas prácticas de esta nueva fórmula de ‘custodia fluvial’: Las Hoces del río Riaza (Segovia). Esta zona incluye el Refugio de rapaces de Montejo de la Vega, que WWF gestiona desde que lo creó hace ya 40 años, y además forma parte de la red de espacios protegidos de Castilla y León (al ser Parque Natural) y de la Red Ecológica más importante a nivel europeo, la Red Natura 2000 (al ser LIC y ZEPA).
 
El principal logro del proyecto ‘Modelo de custodia fluvial para la mejora del entorno del Riaza’ ha sido la firma de un convenio de custodia fluvial entre WWF y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que permitirá a ambas entidades coordinar sus actuaciones y trabajar conjuntamente en la protección del entorno fluvial de las Hoces del río Riaza y sus alrededores.
 
Para empezar a poner en valor las principales especies de interés fluvial, y todos los bienes y servicios que aporta el río Riaza, WWF ha editado una guía de bolsillo de carácter divulgativo que propone un recorrido por la senda que discurre en paralelo al río, tanto a los habitantes de la zona como a los visitantes y turistas que acudan al espacio natural.
 
Otra de las claves de este proyecto es dar a conocer los problemas que sufre el río a la población local. Para ello la organización ha llevado a cabo varias actividades de formación y sensibilización a nivel local dirigidas ausuarios clave como alcaldes, regantes, agricultores y pescadores de los municipios ribereños del Riaza a través de jornadas, talleres y reuniones de la “Escuelas de Ríos”, esta última iniciativa impulsada por la CHD. También se ha involucrado a la sociedad de distintas maneras para la restauración del hábitat y para el seguimiento de especies de interés fluvial, a través de acciones de voluntariado.
 
Con estas acciones, no sólo se ha implicado a un gran número de personas en el proyecto, sino que se han conseguido importantes resultados de conservación, como la restauración de 1, 5 hectáreas de bosque de ribera (cambiando plantaciones artificiales de chopos híbridos por especies autóctonas), la retirada de más de 1000 ejemplares de almejas asiáticas o el control de otras especies invasoras, como el galápago de florida.
 
Además de acciones de sensibilización y voluntariado, el proyecto ha incluido varias acciones de carácter demostrativo, como la eliminación de un azud en desuso. Esto ha sido posible gracias al apoyo de la Confederación Hidrográfica del Duero, y a la estrecha colaboración del organismo de cuenca con WWF, desde que decidieron firmar el acuerdo de custodia. Algunas de las acciones más novedosas que se han desarrollado son el estudio para conseguir un régimen de caudales más natural y las propuestas para hacerla compatible con los usos actuales (hidroeléctrico y regadío).
 
También se han realizado acciones más allá del ámbito territorial del proyecto, como unas jornadas técnicas sobre conectividad y otras sobre custodia fluvial, en las que han participado más de un centenar de personas procedentes distintas administraciones, organismos de cuenca y entidades de custodia de toda España, y cuyas conclusiones fundamentales se han reunido en el documento “Recomendaciones y buenas prácticas de gestión en espacios fluviales” que hoy se presenta.
 
Según Luis Suárez, Responsable del Programa de Especies de WWF España, concluye: ‘El trabajo no ha hecho más que empezar, todavía quedan muchos problemas ambientales por solucionar en el entorno del Riaza, como el deslinde del DPH, la recuperación del bosque de ribera o la depuración de las aguas de los municipios ribereños.Para ello, contamos con el apoyo de la Confederación, que se ha comprometido a seguir trabajando para recuperar este río, durante al menos los próximos 5 años’.
Custodia Fluvial
© WWF
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