Aunque el entorno del Mar Menor es una de las zonas más áridas de Europa, y el crecimiento del regadío está supuestamente limitado por ley, WWF y ANSE han presentado un informe en el que demuestran que la pasividad de las administraciones ha permitido multiplicar casi por diez la superficie de cultivos regados en los últimos 40 años, hasta casi 50.000 hectáreas, un crecimiento alentado por sucesivas legalizaciones. Según el informe “La burbuja del regadío: el caso del Mar Menor”, presentado en junio de 2018, alrededor de un 20% del regadío en la zona es ilegal, una superficie ocupada principalmente por cultivos de hortalizas, cítricos, invernaderos y balsas de riego.
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La Burbuja del Regadío
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