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NOTICIAS
Doñana se encuentra al borde del colapso con 10 de las 16 zonas en el nivel máximo de alarma y exigimos medidas urgentes
Los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) confirman el imparable y grave deterioro de Doñana. De los 16 sectores en los que la CHG subdivide el acuífero, ni uno solo está en situación de normalidad y este año uno nuevo ha entrado en el nivel máximo de alarma, elevándose hasta los 10. Por ello, exigimos a la Junta de Andalucía y al Gobierno central que actúen con medidas más severas para rescatar a Doñana del colapso.
A la sobreexplotación del agua subterránea que sufre el acuífero desde hace décadas se suman los impactos del cambio climático. Doñana encadena 12 años secos, y el calor ha elevado la temperatura media anual hasta los 19.3 ºC en la estación meteorológica del Palacio de Doñana.
De acuerdo a los datos de la CHG, ni siquiera en los cinco años en los que se registraron lluvias normales el acuífero pudo recuperarse, ya que se sigue extrayendo más agua de la que se recarga. Durante estos cinco años, si no hubieran existido problemas de sobreexplotación debida a la agricultura intensiva, los cauces podrían haber aportado agua tanto al acuífero como a la marisma de forma natural. De hecho, como confirma el informe de la CHG, 11 de los 16 sectores del acuífero registran un nivel piezométrico peor del que puede esperarse por las lluvias registradas durante el pasado ciclo hidrológico. La propia Confederación Hidrográfica reconoce en su informe que el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en zonas del acuífero compromete su buen estado y el de los ecosistemas y especies terrestres dependientes.
Denunciamos que la capacidad de recuperación de Doñana es cada vez menor debido a la continua degradación que sufre este acuífero. Además, alertamos de que hay sospechas de episodios de salinización en algunas partes del acuífero, lo que resulta especialmente preocupante en el sector de las lagunas, una zona de máximo valor ambiental. Mediante este proceso, se produce una posible infiltración del agua del mar en el subsuelo, lo que podría tener efectos catastróficos para la biodiversidad y la agricultura de la zona.
El informe de la CHG también analiza el grave problema de la contaminación de las aguas subterráneas por la presencia de nitratos y alerta de que la masa de agua subterránea de Almonte se encuentra en mal estado químico.
“Los últimos datos confirman que Doñana está al borde del colapso. Necesitamos medidas nuevas y contundentes ya. Por ello, pedimos se intensifiquen y aceleren los esfuerzos para cerrar todos los pozos y fincas ilegales, que la Junta de Andalucía aplique de forma urgente y de una vez por todas el Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana, en su actual redacción. Además, la CHG debe poner en marcha de forma inmediata el plan de extracciones, que acumula más de dos años de retraso, para detener este deterioro continuo e intentar revertir el mal estado de las masas subterráneas sobreexplotadas. Tampoco podemos permitir que el agua de Matalascañas vuelva a dejar por tercer año consecutivo secas las lagunas por lo que se debería acelerar la aplicación de soluciones”, afirma Juan Carlos del Olmo.
“El Acuerdo por Doñana puede ayudar en un futuro a un desarrollo más sostenible y permite ganar tiempo ante la Comisión Europea y UNESCO, pero para rescatar a Doñana del colapso inminente se necesitan medidas más contundentes e inmediatas que garanticen la recuperación de la funcionalidad hidrológica de Doñana y detengan el saqueo del acuífero”, concluye.
De acuerdo a los datos de la CHG, ni siquiera en los cinco años en los que se registraron lluvias normales el acuífero pudo recuperarse, ya que se sigue extrayendo más agua de la que se recarga. Durante estos cinco años, si no hubieran existido problemas de sobreexplotación debida a la agricultura intensiva, los cauces podrían haber aportado agua tanto al acuífero como a la marisma de forma natural. De hecho, como confirma el informe de la CHG, 11 de los 16 sectores del acuífero registran un nivel piezométrico peor del que puede esperarse por las lluvias registradas durante el pasado ciclo hidrológico. La propia Confederación Hidrográfica reconoce en su informe que el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en zonas del acuífero compromete su buen estado y el de los ecosistemas y especies terrestres dependientes.
Denunciamos que la capacidad de recuperación de Doñana es cada vez menor debido a la continua degradación que sufre este acuífero. Además, alertamos de que hay sospechas de episodios de salinización en algunas partes del acuífero, lo que resulta especialmente preocupante en el sector de las lagunas, una zona de máximo valor ambiental. Mediante este proceso, se produce una posible infiltración del agua del mar en el subsuelo, lo que podría tener efectos catastróficos para la biodiversidad y la agricultura de la zona.
El informe de la CHG también analiza el grave problema de la contaminación de las aguas subterráneas por la presencia de nitratos y alerta de que la masa de agua subterránea de Almonte se encuentra en mal estado químico.
“Los últimos datos confirman que Doñana está al borde del colapso. Necesitamos medidas nuevas y contundentes ya. Por ello, pedimos se intensifiquen y aceleren los esfuerzos para cerrar todos los pozos y fincas ilegales, que la Junta de Andalucía aplique de forma urgente y de una vez por todas el Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana, en su actual redacción. Además, la CHG debe poner en marcha de forma inmediata el plan de extracciones, que acumula más de dos años de retraso, para detener este deterioro continuo e intentar revertir el mal estado de las masas subterráneas sobreexplotadas. Tampoco podemos permitir que el agua de Matalascañas vuelva a dejar por tercer año consecutivo secas las lagunas por lo que se debería acelerar la aplicación de soluciones”, afirma Juan Carlos del Olmo.
“El Acuerdo por Doñana puede ayudar en un futuro a un desarrollo más sostenible y permite ganar tiempo ante la Comisión Europea y UNESCO, pero para rescatar a Doñana del colapso inminente se necesitan medidas más contundentes e inmediatas que garanticen la recuperación de la funcionalidad hidrológica de Doñana y detengan el saqueo del acuífero”, concluye.
© Teresa Gil / WWF