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Informe: Visión de WWF para una transición energética en España

Informe: Visión de WWF para la transición energética en España

Senda 1,5 °C compatible con la naturaleza. El cambio climático es actualmente la 2ª causa de pérdida de biodiversidad. Si la temperatura media global se incrementa +1,5 °C se convertirá en la causa dominante.

Los combustibles fósiles empleados en el sector energético representan 3/4 partes de las emisiones globales. Su uso es el principal responsable del cambio climático. La ciencia es clara al respecto: la única
forma de no sobrepasar un incremento de temperatura de 1,5 °C es abandonando los combustibles fósiles 
más tarde del año 2040 (EEA, 2023). No hacerlo supondría el peor escenario posible para la naturaleza. 

La transición energética se encuentra en un proceso de cambio constante, por tanto el presente informe se contempla como un trabajo sujeto a posible evolución en el tiempo, siendo susceptible de recibir nuevas actualizaciones en función del contexto variable en el proceso de descarbonización.

Te dejamos a continuación las principales ideas de cada una de las seis principales soluciones que proponemos para la transición energética en este informe. Puedes consultarlas con mayor profundidad descargando el pdf del informe.

SÍNTESIS DE LAS PRINCIPALES RECOMENDACIONES DE WWF PARA LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA EN ESPAÑA:

Desde WWF pedimos: que no más tarde del año 2030, la energía producida en el sector eléctrico en España provenga en su totalidad de fuentes renovables; y que no más tarde del año 2040, el país haya alcanzado la neutralidad climática. 

Para ello, desde WWF proponemos las siguientes soluciones:


1. Primero, ahorro y eficiencia energética.

La energía más limpia es aquella que no se consume y que no es necesario producir.
La reducción del consumo de energía y la eficiencia energética se presentan como unas de las medidas más efectivas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero durante la presente década (IEA, 2021; IRENA, 2021). A mayor reducción y eficiencia, menor necesidad energética y menor impacto sobre la biodiversidad.

Desde WWF pedimos reducir la demanda final de energía, en línea con un escenario climático que limite el incremento de temperatura a 1,5 °C. Asimismo, consideramos necesario incrementar la tasa anual de rehabilitación de edificios, acelerar las medidas de cambio modal y de electrificación, perseguir un modelo de generación y consumo distribuido y de cercanía, y fomentar los cambios necesarios en los hábitos de consumo de la ciudadanía.

2. Priorizar el autoconsumo y las comunidades energéticas locales.

La transición energética brinda la oportunidad de democratizar la energía, convirtiendo al usuario final en el productor de la energía que  consume. El autoconsumo favorece la mejora de la eficiencia energética y reduce la cantidad necesaria de energías renovables en territorio, disipando su potencial impacto en zonas naturales. En España existe todavía un gran potencial que debe ser explotado durante la presente década.

Desde WWF pedimos que, para el año 2030, al menos un 30 % de la energía renovable instalada en el país provenga del autoconsumo, así como la aplicación de un marco normativo que simplifique y acelere la puesta en marcha de estos proyectos y que facilite su integración y participación en el mercado eléctrico. Asimismo, para aprovechar el potencial real de estas nuevas modalidades, deben eliminarse las barreras técnicas, administrativas, económicas y sociales que todavía existen en la actualidad.
 

3. Impulso a la repotenciación en instalaciones de energía renovable de mayor antigüedad.

Esta alternativa se presenta como una herramienta eficaz para dar cumplimiento a los objetivos climáticos, mientras contribuye a contener la expansión de nuevos proyectos de energías renovables hacia nuevos territorios. Durante la presente década, más de la mitad de los parques eólicos en España superarán los 20 años de vida, haciéndolos susceptibles de repotenciación.

Desde WWF proponemos la elaboración de una  estrategia nacional de repotenciación con medidas concretas y objetivos vinculantes, así como el uso de mecanismos de fomento para aprovechar su potencial y lograr una mayor penetración de esta modalidad  urante los próximos años. Asimismo, consideramos que debe existir un marco normativo para garantizar, siempre que sea posible, la repotenciación de parques renovables una vez alcanzado su fin de vida útil.

4. Energías renovables para sustituir a los combustibles fósiles y llegar a tiempo al escenario 1,5 °C.

A pesar de que un escenario basado en energías renovables es la mejor alternativa para la naturaleza 
(Luderer, 2019; Gibon, 2017; Berrill, 2016; Bennun, 2021; Bergesen, 2016), y que su desarrollo será necesario para cumplir con los objetivos de descarbonización, la transición energética debe desarrollarse evitando y minimizando, al máximo posible, sus potenciales impactos sobre la biodiversidad y las personas.

Desde WWF reclamamos una planificación territorial vinculante a escala regional y local, con amplia participación social y sujeta a evaluación ambiental estratégica, que garantice la ubicación prioritaria de proyectos de energía renovable en zonas de baja sensibilidad ambiental y social. 

Asimismo, pedimos una ordenación del espacio marítimo que emplee un enfoque ecosistémico, capaz de reconocer el valor y servicios que ofrece el medio marino y su capacidad limitada frente a la presión de los desarrollos humanos. Pedimos que sean zonas de exclusión para los proyectos, al menos, los siguientes: Espacios Naturales Protegidos, espacios Red Natura 2000 (ZEC, ZEPA, LIC), AMP, principales corredores migratorios de aves y otras especies, otras áreas de alta sensibilidad ambiental (Anexo I) y sistemas de alto valor natural agrario.

Pedimos que no se debiliten los procesos de evaluación de impacto ambiental para proyectos de energías renovables (RD 20/2022) y que, por el contrario, se refuercen para mejorar la evaluación de alternativas y considerar siempre los impactos acumulativos o sinérgicos de los proyectos ubicados en zonas cercanas. Consideramos que, de tener que acelerar la tramitación de proyectos renovables, dicha medida se implemente únicamente en las zonas que hayan sido identificadas como prioritarias en el mencionado proceso de planificación territorial. Además, pedimos que se destinen mayores fondos y recursos a la elaboración de estudios más exhaustivos, completos y actualizados que permitan complementar y mejorar los mapas de sensibilidad actuales, así como reforzar la capacidad de las Administraciones para hacer frente a la evaluación del creciente número de proyectos de energía renovable.
 

5. El almacenamiento energético, la gestión de la demanda, la innovación y diversidad tecnológica y la cooperación para el intercambio de energía con otros países 

Todas ellas serán imprescindibles para avanzar en la descarbonización del sistema energético y poder abandonar los combustibles fósiles. No sólo son estas variables necesarias para cumplir con los objetivos climáticos, si no que además otorgan mayor seguridad energética al sistema (seguridad de suministro, precios bajos y precios estables), y ayudan a contener la expansión del mismo en el territorio.

Desde WWF proponemos una revisión de la estrategia actual de almacenamiento para potenciar un modelo basado en la gestión de la demanda, que facilite el despliegue de la generación distribuida, y desarrolle un marco favorable para la participación de la ciudadanía en el mercado energético; considerando el potencial de esta modalidad para lograr un despliegue de respaldo a gran escala y en poco tiempo, mientras contribuye a otros objetivos sociales y ambientales de la transición energética. Asimismo, a pesar de considerar necesario un incremento en el nivel de interconexiones eléctricas para fomentar una mayor cooperación energética entre países de la UE, consideramos que el uso del hidrógeno renovable (obtenido mediante excedentes de energías renovables) debería estar destinado, principalmente, a descarbonizar sectores que no pueden ser electrificados en nuestro país, y no a la configuración de un modelo energético dirigido a la exportación del mismo a gran escala; ya que esto supondría sobredimensionar la infraestructura necesaria en el territorio, y la construcción de grandes redes de transporte en ecosistemas que ya se encuentran muy afectados (como el propuesto corredor de hidrógeno en el Mediterráneo)
 

6. Economía circular para afrontar de forma sostenible el reto de los minerales críticos.

La transición energética hacia tecnologías bajas en carbono, como las energías renovables y otra infraestructura asociada, está disparando la demanda de nuevos materiales que son necesarios para su implementación. 

La excesiva centralización geográfica en la extracción de recursos críticos, la decreciente calidad de los 
minerales, o los diversos impactos ambientales y sociales asociados a su suministro, ponen de manifiesto la necesidad de considerar esta variable como una prioridad en el proceso de descarbonización de la economía mundial.

Por ello, desde WWF pedimos implementar un sistema de economía circular que reduzca la demanda de recursos primarios en favor de aquellos de segunda vida, y establecer criterios mínimos que mejoren la gestión de materiales durante todo su ciclo de vida y que incrementen las tasas (actualmente muy bajas) de reciclaje y reutilización de materiales y componentes. Asimismo, consideramos imprescindible implementar sistemas de buena gobernanza que garanticen una trazabilidad efectiva y aseguren que los recursos han sido obtenidos de forma ética y limitando los impactos sociales y ambientales desde su origen. 

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