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Decisión histórica: la ICCAT declara el primer programa de recuperación del marrajo dientuso

Acogemos con satisfacción el plan como la herramienta más eficaz para detener inmediatamente la sobrepesca de esta especie en peligro de extinición

Tras años de negociaciones, 52 naciones pesqueras de atún y la UE han adoptado ayer un amplio programa para permitir la recuperación del amenazado marrajo dientuso en el Atlántico Norte

Acogemos con satisfacción el plan como la herramienta más eficaz para detener inmediatamente la sobrepesca de la especie, revertir su dramático declive, y encaminarse hacia la recuperación. La decisión se produjo al final de la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), celebrada virtualmente del 15 al 23 de noviembre.



Aplaudimos la decisión tomada ayer por la ICCAT de adoptar un programa de recuperación del amenazado marrajo en el Atlántico Norte. Ahora es el momento de ponernos manos a la obra. Tan solo queda un 20% de la población de marrajo en el Atlántico Norte,  por lo que las medidas adoptadas deben aplicarse inmediatamente y en su totalidad. También es crucial que se adopten planes de recuperación similares en otros océanos, mejorando la recogida de datos, una mitigación eficaz de las capturas incidentales y una revisión periódica de la eficacia de las medidas. Las pesquerías deben y pueden reducir urgentemente su impacto sobre los tiburones y rayas oceánicos amenazados. 

Se trata del primer programa de recuperación para una especie de tiburón o raya,  adoptado por un organismo regional de ordenación pesquera de atún (OROP atunera). El plan de recuperación significará que, durante los próximos dos años, las pesquerías no podrán retener a bordo, transbordar o desembarcar ningún marrajo vivo o muerto capturado en el Atlántico Norte. En caso de que se capturen tiburones vivos, los pescadores tendrán que aplicar los procedimientos de manipulación más adecuados para liberar a los animales de forma segura en el agua. También se introduce un aumento de la cobertura de los observadores hasta el 10%, a bordo de los buques pertinentes de la ICCAT. 

A partir del año 2023, los científicos de la ICCAT definirán la posible retención de una cantidad limitada de marrajos muertos e identificarán opciones de vedas espacio-temporales y otras medidas de mitigación de las capturas accidentales, siempre que esto no perjudique la recuperación de la especie. 

Creemos que, cuando se aplique y se haga cumplir en su totalidad, este amplio conjunto de medidas limitará de forma significativa las capturas de marrajo y de otras especies de tiburones, al tiempo que incentivará al sector pesquero a aumentar la transparencia y a comprometerse con la recogida de datos y las medidas de protección.

Hemos pedido recientemente a todas las organizaciones regionales de gestión de la pesca del atún (OROP) que apliquen un conjunto similar de medidas con base científica para hacer frente al catastrófico declive de los tiburones y rayas oceánicos. Las poblaciones de estas especies se han desplomado un 71% desde 1970 debido a la sobrepesca. 

Los marrajos han sido identificados, desde hace tiempo, como una especie que necesita urgentemente una mejor gestión. Son especialmente vulnerables a la sobrepesca y tienen una tasa de reproducción muy baja. Desde mediados de la década de 1990, sus capturas mundiales han aumentado drásticamente y, hasta ahora, las organizaciones regionales de gestión de la pesca del atún han fracasado repetidamente en la adopción de las medidas necesarias para garantizar una gestión basada en la ciencia y la supervivencia a largo plazo de la especie. Reconociendo el impacto perjudicial de la pesca sobre esta especie, este año la UE también ha prohibido todo comercio internacional de marrajos pescados en el Atlántico Norte en aplicación de la CITES.

También acogemos con satisfacción la adopción de un plan de recuperación del atún blanco del Mediterráneo y la decisión de abordar algunas de las deficiencias existentes en el sistema de control del atún rojo, especialmente en lo que respecta a las actividades de engorde. Además, la adopción de nuevas medidas para reforzar el control de las actividades de transbordos es un paso positivo para abordar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR) y el comercio ilegal de atún, tiburones y otras especies pelágicas. 

En cuanto a los aspectos negativos,  lamentamos que las partes de ICCAT hayan decidido aumentar la cuota de pesca de patudo cuando su población apenas ha dado las primeras señales de recuperación. También se ha decidido reducir la veda a la pesca con FAD de 3 a 2,5 meses, aumentando el riesgo de capturas de juveniles de patudo y rabil.

Además del trabajo a nivel político, hemos comenzado en 2021 un proyecto enfocado en la recuperación de las poblaciones de tiburones y rayas amenazadas en el Mar de Alborán, gracias al apoyo de la Fundación Santander a través de su iniciativa Santander for the Seas, y en colaboración con el sector pesquero y científico.  
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