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Exigimos a las administraciones que reaccionen ante la situación de Doñana

Pedimos a la Junta de Andalucía, al Gobierno y al ayuntamiento de Almonte que tomen medidas urgentes para proteger las lagunas de Doñana.

¡Doñana está totalmente seca! 

Doñana, uno de los humedales más importantes de Europa y Patrimonio Mundial de la Humanidad, está viviendo un año funesto. El último episodio que ha encendido todas las alarmas ha sido que todas las lagunas del Parque Nacional se han secado, incluyendo las permanentes como Santa Olalla o la Dulce. Un hecho que solo ha ocurrido dos veces desde que se tienen registros, según denuncia la Estación Biológica de Doñana (EBD), el organismo público encargado de la investigación en el Parque Nacional. 



Tras la información de la EBD, personal de WWF España ha visitado la Reserva Biológica de Doñana, donde se encuentran las lagunas permanentes más importantes, y han podido comprobar de primera mano que las mismas se encuentran totalmente secas. 
  • Santa Olalla, la última en secarse, solo cuenta con un pequeño charco al cual ya no acuden las aves y probablemente tampoco albergue peces o anfibios debido a su reducido tamaño. Otras lagunas temporales como el Charco del Toro o el Taraje prácticamente se pueden considerar desaparecidas y están invadidas de vegetación,  lo que hace más difícil su recuperación funcional. 

La sequía de este año es una de las causas de esta situación, pero no es la única y, es posible, que no sea la más relevante.

Según las investigaciones de la EBD, la más determinante es el pésimo estado del acuífero de Doñana en esta zona, que confirman los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).  En su informe anual sobre la situación del acuífero aparece el sector de las lagunas por primera vez con tendencia negativa estadísticamente significativa y califica su estado de “alerta”. 

El principal causante del mal estado del acuífero en esta zona, según indica la EBD, es la extracción de agua para suministro doméstico, riego de jardines o piscinas en la urbanización de Matalascañas, situada a unos 4 kilómetros de Santa Olalla. Este núcleo urbano pasa de unos 2.000 habitantes a más de 160.000 con picos de hasta 300.000 según datos de la CHG.  Esta causa no es nueva, ya en 1988, un informe encargado por WWF internacional (conocido como el Informe Hollis) para conocer el estado de las aguas del Parque Nacional advertía de la posibilidad de que el nivel freático en la zona de las lagunas descendiera hasta hacerlas desaparecer si continuaban las extracciones para Matalascañas, como ha ocurrido en estas tres décadas. 

A esta situación se suma que este año, según datos de la EBD, solo el 5% de la marisma se ha inundado, al tiempo que la continua sobreexplotación del acuífero y las aguas superficiales por la agricultura intensiva e industrial está afectando a zonas tan importantes como Entremuros o el Caño del Guadiamar. 

Los efectos de que Doñana esté seca se han dejado sentir en las especies del Parque durante todo el año. Así, por ejemplo, durante la invernada se ha pasado de 470.000 aves acuáticas censadas el año pasado por la EBD a 87.500 este año. O los anfibios que registran un 20% menos de ejemplares respecto al año pasado en los muestreos realizados este invierno. Son datos alarmantes que no puede pasar por alto la Junta de Andalucía, competente en la gestión de esta área protegida.

Es más que urgente que las administraciones tomen de forma inmediata las medidas necesarias para proteger los valores ambientales de Doñana en riesgo de desaparecer. Entre ellas, para salvar de la extinción a las lagunas peridunares de Doñana, es necesario el cierre inmediato de los actuales pozos que abastecen Matalascañas y su sustitución por aguas superficiales. También la reubicación temporal de los pozos para alejarlos del Parque Nacional, la restricción inmediata de usos por parte del ayuntamiento de Almonte en la urbanización turística (llenado de piscinas, riego de césped, etc) y el inicio de acciones de restauración en el área de las lagunas peridunares. 

Además es necesario que el MITECO ponga  en marcha por vía urgencia un plan de recuperación integral de Doñana “Plan Doñana 2030” con base científica e implicación de todas las administraciones con competencia en el territorio y de la sociedad civil para salvar las marismas, las lagunas peridunares y demás ecosistemas y especies ligados al agua.

Es inadmisible que mientras se llenan cientos de piscinas con agua del acuífero en Matalascañas, el Parque Nacional de Doñana se haya secado del todo. La inacción de las administraciones para proteger uno de los humedales más importantes de Europa es inaceptable, máxime, cuando España ha sido condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea precisamente por este motivo y debe cumplir con la sentencia con carácter inmediato.

Estamos ante uno de los peores momentos de la historia para Doñana y  no vamos a dejar de luchar donde sea necesario para salvar este espacio y que las administraciones cumplan con sus obligaciones de conservación del mismo. 
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