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Los arrecifes de coral cubren menos del 0,1 % del fondo del océano, pero albergan una cuarta parte de todas las especies marinas de la Tierra. Es decir, son ecosistemas increíblemente biodiversos, que acogen a una compleja red de organismos, que incluye a seres los humanos.
Se calcula que alrededor de 850 millones de personas en el mundo dependen de los arrecifes de coral para su alimentación y forma de vida. Estos arrecifes pueden ser sustento de unos 30 millones de pescadores a pequeña escala. Además, el turismo submarino para ver los corales es una industria de 36.000 millones de libras esterlinas, que proporciona trabajo a miles de personas en algunos de los países más pobres del mundo.
A nivel cultural, y no solo desde un punto de vista económico, los arrecifes son fundamentales para muchos pueblos indígenas.
También se utilizan cada vez más para mejorar nuestra salud, dado que permiten tratamientos para el asma, la artritis, el cáncer y otras enfermedades.
Por último y no menos importante, estas enormes estructuras vivas suponen una barrera física contra los daños que el mar puede ocasionara con tsunamis o tormentas, ya que pueden reducir la fuerza de las olas hasta un 95 %.
Por desgracia, los arrecifes están muy amenazados. ¿Por qué deberíamos preocuparnos?
La Tierra se ha calentado una media de 1,2 °C desde la época preindustrial y en los últimos 40 años hemos perdido el 50 % de los arrecifes de coral. Si la temperatura global promedio aumenta 1,5 °C, la pérdida será de entre 70 % y 90 %. En un mundo con 2°C de calentamiento, solo quedará el 1 % de nuestros arrecifes de coral.
La mayor parte de esta destrucción la han provocado los ciclones, cada vez más virulentos y frecuentes a causa del calentamiento global. El daño adicional viene en forma de "blanqueamiento". Te lo explicamos: los arrecifes sanos obtienen su color brillante de las algas microscópicas que viven sobre su estructura externa dura, Estas algas ayudan a que otros organismos se acerquen para alimentarse, sin embargo si el agua se calienta demasiado, las algas se marchan y con ellas la principal fuente de alimento de los corales, así como su color. Los arrecifes pueden sobrevivir períodos cortos de blanqueamiento pero, a largo plazo, la situación es insostenible.
Otras amenazas son la extracción de petróleo, la construcción de infraestructuras como puertos, dragados, y por supuesto, la sobrepesca. Las trampas para pescar, las redes y otros desechos pueden dañar gravemente los arrecifes de coral, y la sobrepesca de ciertas especies también tiene un gran impacto. Por ejemplo, algunos peces comen algas, por lo que si se extraen demasiados de estos peces del arrecife, las algas pueden ahogar al coral.
Por otro lado está el efecto colateral de la agricultura. Cuando el fertilizante se filtra de los campos hacia el océano, provoca un gran aumento de algas. Esta alga luego es devorada por las larvas de la estrella de mar corona de espinas, lo que provoca una explosión demográfica. Solo una estrella de mar corona de espinas adulta puede comer hasta 9,5 metros de coral vivo al año. Durante un brote en 2015, la Gran Barrera de Coral fue el hogar de entre 4 y 12 millones de ellos.
Las estrellas de mar corona de espinas representan una amenaza significativa para los corales.© Jürgen Freund / WWF
¿Cómo ayudar a los arrecifes de coral?
Abordar el cambio climático sería el paso más significativo y para abordarlo debemos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta.
Por otro lado, debemos aceptar que no será posible salvar todos los arrecifes. Lo que hace que sea aún más esencial asegurarnos de cuidar aquellos que sí que podamos salvar. En algunas partes del océano, las corrientes frías se elevan desde las profundidades, enfriando el agua superficial. Como resultado, los arrecifes en estas áreas son más resistentes al cambio climático. Si los protegemos, podrían regenerar arrecifes en otras áreas. Esto se debe a que las larvas de coral se dispersan por todo el mundo gracias a las corrientes oceánicas. De modo que, cuando las larvas de un arrecife saludable y resistente lleguen a otro más debilitado o dañado, podrían ayudar a reconstruirlo.
Heroes locales
Estos arrecifes más fuertes suelen estar cerca de comunidades que ya se enfrentan sus propios desafíos. Para algunos pescadores y agricultores, cuidar el coral puede parecer una preocupación secundaria en comparación con la presión inmediata de llegar a fin de mes. Ahí es donde entran iniciativas como Coral Reef Rescue. Se trata de una asociación de científicos, organizaciones (entre las que se encuentra WWF) y comunidades locales que trabajan para mejorar la educación, las oportunidades y la seguridad alimentaria de estas comunidades para que pueden ser los grandes salvadores de los arrecifes de coral de todo el mundo. El objetivo final es brindar a las personas las herramientas y los recursos que necesitan para proteger sus propios recursos naturales.
Los datos son otra herramienta clave.
Los miembros de la Convención de la ONU sobre la Diversidad Biológica ahora están midiendo el tamaño de los arrecifes, la cobertura de coral vivo y la cantidad de peces que albergan. Al verificar su progreso con respecto a los objetivos globales de biodiversidad, estas naciones pueden ver qué intervenciones están funcionando realmente y enfocar su trabajo de conservación de manera más eficaz. Este enfoque también hace que los datos globales y regionales sean más consistentes, brindando una imagen más clara y científica de cómo los sistemas de arrecifes cambian con el tiempo.
Hermoso arrecife de coral del mar de Bismarck poco profundo, Papua Nueva Guinea. © Jürgen Freund / WWF
La próxima generación de coral
La Fundación de Restauración de Coral de Florida está tomando medidas más directas. En este caso, los buzos cultivan nuevos corales en viveros submarinos, listos para ser replantados en arrecifes dañados. Mientras tanto, los científicos de la Universidad de Hawái en Manoa están estudiando un enfoque más controvertido, llamado "evolución asistida". Esto implica encontrar corales que parezcan más resistentes al calentamiento y llevarlos al laboratorio para exponerlos a aguas aún más cálidas. Si pueden adaptarse al aumento de las temperaturas, estos corales más resistentes podrían usarse para criar generaciones de corales más fuertes para el futuro.
Con todo lo analizado, podemos concluir con cierta esperanza que, si bien las amenazas a las que se enfrentan los arrecifes de coral son muy graves, también está comprobado que con esfuerzo y trabajo bien enfocado, podemos ayudar a cambiar la tendencia y asegurar su futuro.
Dependemos de la naturaleza para alimentarnos, hidratarnos, obtener medicinas y mucho más y, sin embargo, la estamos llevando a un punto sin retorno
Solo podemos comer carne y otros productos de origen animal en los niveles que nuestro planeta es capaz de soportar, es decir, solo si se producen de manera sostenible; de lo contrario, estaríamos arriesgando el futuro.
Frenar el cambio climático o la extinción de las especies. Está en nuestras manos colaborar y ser parte de las soluciones para cuidar nuestro planeta.
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