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El club de los linces, cuna de naturalistas
© Antonio Larena

El club de los linces

Los primeros campamentos para jóvenes amantes de la naturaleza .

Al aire libre, inmersos en la naturaleza de las Hoces del río Riaza y bajo la atenta mirada de los buitres leonados y los halcones peregrinos, ADENA organizó a finales de los 70 sus primeros campamentos, donde miembros del Club de los Linces y otros jóvenes venidos de toda España pasaban parte de sus vacaciones aprendiendo a conocer y a amar la vida salvaje.

Un prado en mitad de un pequeño barranco, un manantial, un cobertizo de madera, unas pocas tiendas de campaña y ganas de disfrutar de la naturaleza, esos fueron los primeros ingredientes de esta apasionante experiencia pionera de educación ambiental en nuestro país.

Félix Rodríguez de la Fuente, entonces Vicepresidente de ADENA-WWF, creía firmemente en la necesidad de que los niños y niñas experimentaran el contacto directo con la naturaleza y por eso los primeros campamentos para jóvenes de nuestro país se desarrollaban bajo los imponentes acantilados de Peña Portillo - en el Refugio de Montejo de la Vega (Segovia). Félix acudía puntual cada año a dar su charla magistral y pronto estos campamentos, dirigidos por Carlos de Aguilera,  se convirtieron en una increíble escuela donde se formaron generaciones de naturalistas.

Los campamentos perseguían la concienciación a través de la seducción que supone el contacto directo con la naturaleza. Pero también el conocimiento del mundo que nos rodea, por eso las charlas sobre el Refugio, sobre el trabajo de ADENA y las amenazas para la naturaleza, se alternaban con actividades prácticas impartidas por especialistas en observación y anillamiento de aves, identificación de huellas, plantas o fósiles. Además de talleres de orientación y acampada, las noches de observación del firmamento, las marchas por el propio Refugio o la convivencia directa con la población local. Una completa inmersión en la naturaleza y su estudio en 15 días de amistad, compañerismo e  intensa convivencia que marcó para siempre a todos los que por allí pasaron.

Campamentos de naturaleza para el siglo XXI

Hoy WWF ha vuelto a recuperar estos campamentos, adaptándolos a los tiempos actuales en la vecina localidad de Valdevacas de Montejo. Allí cada año las nuevas generaciones de chicos y chicas disfrutan nuevamente del placer de descubrir y amar la naturaleza salvaje, y aprenden la necesidad de cuidarla.

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