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España se seca y somos la región europea que sufrirá una mayor desertificación. El 75% del país está en peligro de desertificación y las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías más intensas y frecuentes que harán más escasa el agua.
Un sistema de gestión del agua insostenible
A pesar de su extrema vulnerabilidad frente a la sequía y del riesgo de desertificación, España apuesta por un modelo de gestión “suicida” que prioriza el agua para los cultivos de regadío intensivos e industrializados
La intensificación de los períodos de sequías extremos debidos al cambio climático y la sobreexplotación del agua afectan a la disponibilidad del agua, incluso a nuestra seguridad hídrica y alimentaria. Mientras comienzan a ser habituales las restricciones al consumo doméstico de agua en muchos municipios, la tierra se cuartea y la naturaleza nos dice ¡basta ya! con un SOS tan significativo como la desecación de dos parques nacionales icónicos: Las Tablas de Daimiel y Doñana.
Olas de calor que intensifican la gravedad de los incendios forestales y sequías históricas nos llevan a una crisis hídrica sin precedentes que dejan a nuestros ríos, humedales, acuíferos y reservas de nuestros pantanos bajo mínimos.
El agua es esencial para la vida, un bien cada vez más escaso y no la cuidamos. Dejamos que el “oro líquido” donde surgió la vida se escape entre nuestras manos, en las tuberías de los regadíos bombeadas por pozos ilegales o en muchas piscinas y campos de golf sin ser conscientes de las consecuencias para nuestro futuro.
Convertimos el paraíso en un desierto
El desierto avanza y más de 9 millones de hectáreas ya están catalogadas como zonas con riesgo alto o muy alto de desertificación en nuestro territorio, principalmente en el tercio sur y los dos archipiélagos.
Se prevé una reducción de las lluvias, sobre todo en las cuencas atlánticas, la del Guadalquivir y el sur peninsular, y un aumento de temperaturas de hasta 2 grados en 2040. Si no se toman medidas, en 2050 tres cuartas partes de la población española podrían sufrir una escasez extrema de agua y ciudades como Sevilla, Granada, Córdoba o Murcia serían las más afectadas en Europa.
Las principales causas de la desertificación de España son: la intensificación de los períodos extremos de sequía debidos al cambio climático, la sobreexplotación de acuíferos, el crecimiento insostenible del regadío, el abandono de tierra y la degradación del suelo que afectan a su fertilidad y capacidad para retener la humedad.
Sequía meteorológica e hidrológica
Hay dos tipos de sequías: la meteorológica, que ocurre cuando hay escasez de lluvias y es un fenómeno climático habitual en España, recurrente y asociado a nuestro clima mediterráneo; y la sequía hidrológica, que depende del uso que hacemos del agua y se produce cuando el agua circulante en ríos, la almacenada en embalses o las reservas de los acuíferos están por debajo de lo normal.
Debido al cambio climático, cada vez hay más días con temperaturas superiores a los 40 grados, agudizando las sequías meteorológicas que cada vez son más largas y frecuentes, lo que provoca un aumento de la evapotranspiración en la superficie del agua, del suelo, la vegetación y los cultivos.
WWF y la sequía
- Para evitar que España se convierta en un desierto, desde WWF reclamamos a las autoridades competentes un cambio profundo hacia un nuevo modelo de gestión del agua en nuestro país, en el que la demanda se ajuste a unos menores recursos hídricos disponibles por el cambio climático.
- Desarrollamos proyectos piloto de ahorro de agua con nuevas tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles y adaptadas a las condiciones climáticas. Luchamos por conservar nuestros acuíferos, ríos y humedales e impulsamos la restauración de ecosistemas acuáticos.
- Además, exigimos que se persiga y erradique el robo del agua y se cierren todos los pozos y fincas ilegales, para poder garantizar agua para la naturaleza y las personas.
Este futuro desolador sin agua no tiene por qué ser así, para evitarlo. Gracias a nuestros socios y socias podemos seguir alertando de los riesgos que nos amenazan. Por favor, si puedes, apoya nuestro trabajo en defensa de la vida en nuestro planeta.