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Océanos: Es hora de actuar contra el comercio ilegal de pez espada en el Mediterráneo 

Poblaciones de pez espada a punto del colapso

Cada año, los pescadores del Mediterráneo capturan unas 9.000 toneladas de pez espada por valor de más de 200 millones de euros. Tras décadas de sobrepesca, la población del Mediterráneo se encuentra al borde del colapso por la captura de juveniles. 

Una mañana de octubre en 2022, un pesquero se acercó al puerto de Kelibia, el principal del noreste de Túnez donde se celebra la lonja. Desembarcaron decenas de cajas de sardinas y caballas. Sólo quedaba una caja, que contenía dos peces espada pequeños. En el puerto, delante del barco, los aduaneros hicieron sus comprobaciones, pero no intervinieron esa caja. Delante del barco se montó un pequeño puesto para la venta directa. Llegaron los camiones de los comerciantes, que cargaron las sardinas y caballas, pero no los peces espada. Éstos no se vendieron hasta el final. El precio inicial se fijó en 50 dinares por ambos ejemplares (15 euros). Tras algunas negociaciones, acabaron en manos de dos clientes por solo 30 dinares. Esta es sólo una prueba del comercio ilegal de peces espada de talla inferior a la reglamentaria que hemos recogido en los últimos años en puertos de Túnez e Italia.  

Se suponía que el plan de recuperación elaborado en 2016 bajo la supervisión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) pondría a la pesquería de pez espada en un camino gradual hacia la sostenibilidad con medidas como: la restricción del tamaño total de las capturas, la prohibición de pescar durante tres meses, la limitación de la pesca con palangre y el establecimiento de normas sobre tallas mínimas. Con todo ello, el plan preveía la recuperación de la sostenibilidad del pez espada en el Mediterráneo para 2031.

Hacia la recuperación de la especie. 

Es hora de actuar poniendo foco en los juveniles, que suponen ¡el 24% de las capturas!

Hemos estado recogiendo pruebas para demostrar que el plan de recuperación no se está cumpliendo y que los peces espada juveniles representan el 24% de las capturas totales.

Con tan solo dos cambios clave en el plan las poblaciones de pez espada mejorarían a largo plazo, reduciendo la mortalidad de juveniles en un 40%, permitiendo que la población se recupere cinco años más rápido de lo que lo haría de otro modo y aumentando los ingresos de los pescadores en un 14% al capturar peces de mayor tamaño. Las claves son:

  1. Cambiar el período de prohibición de pesca a octubre y noviembre. El pez espada desova en verano, crecen en otoño y son fáciles de capturar en palangre. Si se prohíbe la pesca en otoño, les da tiempo a alcanzar un mayor tamaño y madurez antes de su captura. 
  2. Aplicar mejor la prohibición para evitar cualquier desembarque y venta ilegal de pez espada de talla inferior a la reglamentaria.

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