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NOTICIAS
Rechazamos las acciones de varias CCAA para impedir la protección del lobo
Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León abandonan y boicotean el grupo de trabajo del Ministerio para la elaboración de la estrategia nacional para la conservación del lobo
Con el abandono del grupo de trabajo nacional, estas comunidades autónomas contrarias a la protección del lobo y el recurso contencioso administrativo interpuesto, han dejado clara su falta de voluntad por encontrar soluciones efectivas, negándose a aceptar el procedimiento de inclusión del lobo en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPE), un proceso correcto avalado por el dictamen del Comité Científico, y por el informe del Consejo de Estado, que sigue las directrices marcadas por la Comisión Europea y que permitirá el correcto cumplimiento de las Directivas Europeas.
Gestión del lobo unificada en todo el territorio nacional
Es inaceptable que en un Estado de Derecho, estas CCAA actúen de forma independiente, en pro de los supuestos intereses de determinados sectores, ignorando que la conservación de la especie ha de hacerse a nivel nacional, como una única población, tal y como ha indicado el Comité Científico del MITERD. La incorrecta gestión en una región influye en la conservación de la especie en el resto del territorio, por lo que es inadmisible que se desmarquen de este proceso nacional.El último informe de la CE concluye que el Estado de Conservación del lobo en España es desfavorable, también en las mencionadas comunidades autónomas, lo que hace que en todo el territorio nacional no se cumpla la premisa de la Directiva Hábitats que obliga a mantener un Estado de Conservación Favorable (ECF) de esta especie protegida a nivel europeo.
Un cambio en el modelo de gestión del lobo
Conviene recordar que la inclusión del lobo en el LESPE implica el fin de la caza comercial del lobo, y sobre todo un cambio en el modelo de gestión, que se debe centrar ahora en gestionar y evitar los daños a la ganadería extensiva. No supone, por tanto, un ataque directo a este sector, como así intentan justificar estas comunidades autónomas, puesto que se ha comprobado científicamente que el modelo anterior, basado en matar lobos, no resulta eficaz para reducir daños, ni para evitar el conflicto social. Esta nueva etapa de gestión nacional unificada ha de tomarse como una oportunidad para que las regiones con mayor población de lobo inviertan más en coexistir con la especie y reciban por ello más financiación.Ha llegado el momento de cambiar radicalmente de modelo y apostar de forma contundente por la coexistencia, mediante medidas preventivas de daños y compensaciones ágiles y justas, y trabajar también para resolver los problemas de fondo de la ganadería extensiva. Si estas comunidades autónomas tienen de verdad voluntad de conservar la ganadería extensiva, deben dejar de utilizar al lobo como chivo expiatorio y centrarse en los problemas estructurales que ahogan a este sector.